El professor Celso Arévalo |
Arévalo decide estudiar la carrera de Ciencias Naturales y, en
Ingresó en 1902 en
En efecto, dos veces pensionado por el Gobierno, dirigió sus primeros intereses postdoctorales hacia
Desde 1906 ejerció el cargo de “auxiliar de
Buscando la estabilidad económica, optó por la enseñanza secundaria. Esto le llevó a opositar cuatro veces, con éxito en todos los casos: en 1909 obtuvo la cátedra de Ciencias Naturales del Instituto de Mahón, un año después pasó al Instituto de Salamanca, en 1912 obtuvo la cátedra de Historia Natural y Fisiología e Higiene en el Instituto General y Técnico de Valencia y en 1918 consiguió la del Instituto Cardenal Cisneros de Madrid.
La ciudad del Turia, con el marco incomparable de
Arévalo comparte su faena investigadora con la docente y con la creación de obras para sus estudiantes. No obstante, la hidrobiología es una guía permanente del joven profesor: aparecen anotaciones sobre esta disciplina en sus textos de Geología (1912) y Biología (1914) para los estudiantes de bachillerato. El primero de ellos, como por otra parte la mayoría de sus obras de carácter didáctico, tuvo una gran difusión en su época.
La primera guerra mundial hizo que algunos investigadores extranjeros recalaran en el Laboratorio valenciano: el ictiólogo Alfonso Gandolfi, el malacólogo Fritz Haas y el especialista en ácaros acuáticos Karl Viets. Los tres escribieron artículos en los Anales del Instituto valenciano. Además, Karl Viets mantuvo una buena relación científica con Celso Arévalo: en 1918 dedicó al catedrático una especie de ácaro acuático, al que denominó Limnesia arevaloi y, en 1930, reseñó elogiosamente el libro de Arévalo, la vida en las aguas dulces, en los importantes Archiv für Hydrobiologie.
Celso Arévalo d'excursió amb alumnes de l'Institut Cardenal Cisneros de Madrid |
Las desavenencias de Celso Arévalo con los miembros del Museo hicieron que dimitiera de su cargo de Jefe del Laboratorio de Hidrobiología a finales de 1931, fecha que marca el punto final de la labor hidrobiológica realizada por el catedrático de Bachillerato.
Sus trabajos limnológicos, aunque con menos medios que en Valencia, continúan: realiza estudios hidrobiológicos de parajes dulceacuícolas como la laguna de Uña (Cuenca), la de
Creo necesario resaltar que la publicación, de 1923, titulada: “Algunas consideraciones sobre la variación temporal del plankton en aguas de Madrid” ha sido considerada muy significativa en el ámbito científico español. En 1925, Celso Arévalo fue nombrado miembro de una comisión interministerial creada para estudiar la legislación pesquera, dos años después fue el delegado del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes en el congreso limnológico internacional a celebrar en Roma y en 1928 fue elegido consejero del Consejo Superior de Pesca y Caza.
En 1929 la editorial Labor publica su obra más significativa, auténtico resumen de su labor investigadora en el campo de la limnología: La vida en las aguas dulces. Con una finalidad claramente didáctica, esta obra de divulgación científica fue un destacado intento de despertar el interés hacia estos estudios ecológicos. A mi juicio, Arévalo fue uno de los primeros impulsores de los conocimientos de historiografía científica, en los aspectos dedicados a la historia natural, en España.
El 20 de abril de 1934 se funda
En fin, si analizamos la bibliografía de Celso Arévalo podemos sacar las siguientes conclusiones:
a) La mayor parte de los trabajos son de biología, en sus aspectos zoológicos, botánicos, hidrobiológicos, etc.; b) Sus publicaciones de asunto geológico forman parte de la primera época de su vida científica; c) Los trabajos monográficos de Arévalo aparecen, en su mayoría, en revistas relacionadas con
Después de la guerra civil fue director del Instituto Cardenal Cisneros. Falleció en noviembre de
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